Semana aburrida con mal juego y victorias ante malos equipos, en la que los Boston Celtics no han puesto mucho esfuerzo de su parte, y en la que un servidor se permite hurtar el título de la sección de un compañero solamente por no pensar en uno propio. Es el primer semanal del año, dejadme en paz.
No me tires el humo, por favor
Empiezan pronto los rumores en una temporada que ya se está haciendo excesivamente larga para varios equipos abonados a la mediocridad. Dos de ellos, los Pistons y los Wizards, cuentan con piezas interesantes para subastar, y cómo no, los Celtics andan metidos en el meollo.
El primero y más importante, por calidad, cantidad, contrato y malas defensas, es Andre Drummond. El center del equipo de Detroit se cuelga el cartel de transferible, con los Atlanta Hawks como franquicia más interesada. Junto a otros, los Celtics parecen algo atraídos por el jugador, y espero por favor que se quede todo en una llamada para preguntar por la familia.
NO HAY TRASPASO POSIBLE QUE NO GANEN LOS PISTONS. Se lleven a Jayson Tatum, a Trae Young o todas las rondas de aquí a 2034, o simplemente les den las gracias y los buenos días. Drummond es un jugador perfecto para una Fantasy, y horrible para ganar partidos. Y esto que digo lo hago con plena consciencia de que, individualmente, tiene más talento que cualquiera de los jugadores interiores de los Celtics, pero no lo quiero ni regalado. Sus estadísticas son asombrosas, pocos jugadores pueden firmar un 20-20 hoy en día y hasta parece un tipo simpático, pero si hay que pescar en Detroit, prefiero a Kennard.
No encaja en los Boston Celtics. Es una versión mejorada de Enes Kanter, con todo lo que conlleva. No nos hace más candidatos a ganar el anillo, e incluso empeora al equipo, porque seguramente la consecuencia de incorporarlo sería perder a Gordon Hayward. Que le vaya bien en Atlanta.
Por otro lado, y algo más lógico por mucho que se haya convertido en un meme de Weird Celtics Twitter, tenemos a Davis Bertans.
El interior de los Wizards, integrante del equipo cuatro de copas en su época en San Antonio, está jugando su mejor baloncesto desde su llegada a la NBA, y los Celtics podrían sanar una de sus más flagrantes heridas. Brad Stevens, definitivamente, sería capaz de encajar en la rotación desde el banquillo a un interior móvil, intenso, que puede defender y que está tirando al 43% desde la línea de tres.
El equipo agradecería la presencia de alguien que pueda meter la pelota en la canasta, y su sueldo de 7 millones es fácil de cuadrar en un traspaso. Además, tiene nueve dedos, Abercrombie aprueba.
Imposible de aparcar
Los Boston Celtics, sin Kemba Walker, se asemejan a conducir un coche sin dirección asistida. Más o menos, durante el viaje, van tirando, pero joder, lo que es aparcar y salir del aparcamiento es un maldito suplicio.
En los partidos contra Hawks y Bulls pudimos ver ambas situaciones. Contra Young y compañía salir del aparcamiento se complicó de tal manera que estuvimos cerca de pedir un taxi y dejar el coche allí aparcado para siempre. Los Celtics no llegaron a los 10 puntos hasta ya pasados los 7 minutos de cuarto, que se maquilló al final para perderlo «solo» 32-19. Contra LaVine y sus amigos, se empezó igual de mal y se cerró de una manera pésima un partido que estaba para que entrase Tacko Fall. Aparcamos el coche «de oído«.
Es curioso, pero Kemba Walker está pasando bastante desapercibido esta temporada (como toda su carrera). Es típico que, durante un partido, vayas al boxscore y te sorprendas al ver que lleva ya 20 puntos. ¿Cuándo los ha metido?
La estrella del equipo está jugando bastante relajado, dejando que sus compañeros carguen con mucho peso, pero es él el que asume la responsabilidad en los inicios malos y en los finales apretados. Se le echa de menos, necesitamos de sus indicaciones para no rayar mucho el coche.
Dr. Tatum y Mr. Fail
Un día lo odias, al siguiente lo amas. Una noche no mete nada, y a la siguiente no puede fallar. Esta semana hemos visto las dos caras de un Jayson Tatum que nos mantiene en una constante montaña rusa.
Contra los Hawks, fue incapaz de anotar ni la más sencilla bandeja. En el enfrentamiento contra los Bulls, sin embargo, le entraba absolutamente todo.
Su consistencia con las bandejas ha sido un problema durante toda su carrera, pero lleva un par de partidos (incluimos el de Wizards de esta semana), en el que está finalizando muy bien.
Jayson wasn’t pleased with everyone ignoring him, so he went and got the ball, *initiated contact* at the rim, and finished. Will reiterate: best finishing stretch of his career pic.twitter.com/ugCsh1DvZm
— Max Carlin (@maxacarlin) January 7, 2020
En esa jugada se nota una mejora. Control, uso del cuerpo para generar espacio y poder usar el tablero con calma. Veremos si sigue por ese camino.