Los chicos están de vuelta y buscan problemas, como dirían los Dropkick Murphys. Seis victorias seguidas para unos Boston Celtics que están cogiendo ritmo justo en la recta final de la temporada regular.
Peleando por ese cuarto puesto tan dispustado en el Este, los de Stevens parece que han recuperado ese carácter que les hacía falta, y de la mano de un muy buen mes de sus mejores jugadores, siguen ganando tanto fuera como en casa.
Esta semana, victorias ante Blazers, Lakers y Warriors, finalizando una gira por el Oeste perfecta, tras uno de los clásicos más descafeinados de los últimos años.
Jayson Tatum, letal
Así lo definía Stephen Curry tras un duelo tremendo que se acabó decantando para el de Boston. Los Celtics se llevaron un partido ante un Curry descomunal, sin Jaylen Brown, y con un Tatum que dominó el encuentro y mantuvo a los Celtics a flote en los malos momentos.
En los últimos 13, promedia 29.5 puntos, 51 % en tiros de campo, 41.6 % en triples y 91.3 % en tiros libres, números que tenderán a bajar, obviamente, y que lideran a un equipo en el que todos están mejorando (veánse los 24.1 puntos, 51% en tiros de campo, 42 % en triples y 75 % en tiros libres de Jaylen Brown en ese mismo marco temporal). Pero si bien estos datos impresionan, lo mejor es analizar cómo los está consiguiendo.
We know Jayson Tatum (@jaytatum0) is bonafide bucket-getter, and the seeds of reactive passing have been growing over the past couple of seasons.
But what happens when the manipulation starts showing up? We get magic.
🗣️SOUND ON pic.twitter.com/XZPbF2S13u
— (Nuh-KY-us) Duncan (@NekiasNBA) April 16, 2021
Os voy a dejar como referencia este tweet y el artículo que lo acompaña, de Nekias Duncan en basketballnews, que se para a estudiar la evolución del juego de Tatum, haciendo hincapié en esa inteligencia que muestra a la hora decidir qué hacer en cada jugada, demostrando su crecimiento en la lectura del juego, algo que le hacía falta para subir otro escalón.
Mucho ha cambiado, en poco tiempo, el estilo del #0. Su decisión atacando el aro, y su facilidad para hacerlo cuando le venga en gana, le está abriendo un abanico de posibilidades tremendas, ayudando también a sus compañeros a encontrarse más cómodos en un sistema ofensivo que, por momentos, se veía demasiado atascado.
¿Cómo defiendes a un jugador que es capaz de anotar desde cualquier punto de la cancha y que, si le doblas, ahora sabe leer las ventajas y asistir a sus compañeros?
Es una pena que el COVID le haya privado de una temporada plena y sin problemas, pero la estrella de los Celtics está carburando en el momento más adecuado.
Deberes de última hora
En esta racha, los Celtics están teniendo problemas al inicio de los partidos, para, mediado el tercer cuarto y, sobre todo, en el último cuarto, encender los motores y ganar el encuentro.
De esto tiene mucho que ver el nuevo estilo de juego, el cual, y ya era hora, está haciendo que todos se sientan partícipes y puedan dar el máximo cuando más toca.
No es casualidad que todos los jugadores importantes hayan mejorado sus números en abril. El hecho de por fin, y toco madera porque la lista de lesionados para el partido de esta noche pinta más larga que piropo de tartamudo, contar con cierta estabilidad en el grupo principal, ayuda.
En enero volvió Kemba Walker, Jayson Tatum enfermó por el COVID, Jaylen Brown empezó con sus problemas de rodilla y, para colmo, Marcus Smart se lesionó en el partido contra Lakers. Todo esto unido a constantes entradas y salidas del resto de jugadores por los protocolos de salud, han hecho del 2021 una pesadilla para los Celtics.
Es muy complicado intentar encontrar el ritmo y un estilo que funcione con tantas bajas, y por eso no es coincidencia que, cuando los jugadores más importantes se han ido recuperando físicamente, y ya llevan un tiempo jugando juntos, los resultados mejoren.
Las jerarquías se van aclarando, el diseño se ajusta, la química mejora, se ganan partidos, aumenta la moral y todo va hacia arriba. Anímicamente parece otro equipo, con los jugadores gritando, con gestos de rabia y peleando por las victorias como si la vida les fuese en ello.
Los números de todos bajarán, pero creo firmemente que estos Celtics han hecho click, y si la salud les respeta, ese rendimiento en los finales de partido es indicativo de que no está todo perdido esta temporada.
Un veterano no tan veterano
Tras el bochorno de la tercera unidad en el partido contra Lakers, Danny Ainge no dudó y buscó algo de ayuda para esa rotación final. Cortando a Moritz Wagner para hacerle hueco (diez segundos de silencio en honor a todos los chistes que se han perdido), firmó a Jabari Parker por lo que resta de temporada y otra más, aunque parece que la segunda no es del todo garantizada.
Parker es una sombra de lo que podría haber sido si las lesiones no le hubiesen atacado brutalmente. Esta temporada no ha jugado prácticamente nada, y no creo que vaya a ser muy importante en la rotación, salvo dar descanso o cubrir bajas en temporada regular, y espero que sin minutos en Playoffs (recordad esa serie vs Bucks que ganamos gracias a atacarle indiscriminadamente).
Pese a todo, su debut fue bueno, empezando con dos pérdidas seguidas, pero con buen acierto y jugando minutos finales. Sigue siendo un agujero en defensa, pero como solución para partidos en los que los suplentes no meten una canasta no está mal.
Lo dicho, no creo que sea importante en postemporada, pero Brad Stevens ha dicho que viene como apuesta no solo para este año, sino que su plan es intentar que recupere el ritmo y siga en Boston el año que viene. Quién sabe, con Evan Turner funcionó.