Tres cosas se terminaron el último domingo. Primero se finalizó la primera semana sin «Boston Celtics Semanal», con solo dos partidos y contra esos rivales (Knicks y Bulls), no había mucho que contar. Después concluyó la racha de seis partidos seguidos perdidos de los Detroit Pistons, lo que finiquitó la de ocho victorias sucesivas de los Boston Celtics. Sumado a los triunfos contra Pelicans, Wizards y Hawks, resulta un balance de 3-1 para un equipo que se coloca quinto de la Conferencia Este a 3.5 partidos de los Toronto Raptors.
La «Smartización» de Kyrie Irving
Así definía Gonzalo Vázquez lo que ocurría con el base tras una jugada típica de otro tipo de jugador. Si algo sorprende de Irving esta temporada es su maduración a un líder mucho más completo del que recordábamos.
Desde esos primeros partidos «afro» en los que jugaba bien aunque perdía por goleada su pelea contra el aro, hasta estos días en los que hace lo que quiere en ataque, hemos podido comprobar la evolución de un jugador que encaja mucho mejor en ese rol que buscaba tras salirse de la sombra de LeBron.
Kyrie Irving predicando con el ejemplo. pic.twitter.com/RRhbVwo17H
— Álvaro Méndez (@Almendiz) 17 de diciembre de 2018
Estamos viendo a un Kyrie Irving esforzado, con carácter y un sentido para hacer «winning plays» digno del que acuñó ese nombre a fuego en en el parqué del TD Garden. El #11 promedia 2.8 desvíos (18º de la NBA), a la par de Victor Oladipo y Josh Richardson, y por encima de Marcus Smart (2.3). Además es el 4º en la liga que más balones sueltos recupera con 1.9 por partido, cifra que lo coloca junto a Russell Westbrook y Kemba Walker, por encima de Victor Oladipo, De’Aaron Fox y Ricky Rubio, y solo por detrás de Paul George. También es remarcable el número de cargas por partido que consigue (0.22), lo que le sitúa el 22º de la liga, por delante de Smart (0.21) y por detrás de Aron Baynes (0.29).
El mejor Marcus Morris de siempre
La temporada que se estaba marcando el gemelo apuntaba al mejor sexto hombre del año, pero los Celtics necesitaban sus dotes en otro cargo. Ya habíamos comentado, en uno de estos semanales, que Morris había cambiado drásticamente su forma de encarar el ataque. De vivir de la media distancia como había hecho toda su vida, el #13 se centró en atacar el aro y tirar triples, y le está yendo genial.
Estamos disfrutando de su mejor temporada en la NBA en cuestión de efectividad de cara al aro, tanto en tiros de dos puntos como de tres. También alcanza su cenit en rebotes, porcentaje de tiros libres y puntos por partido.
Pero alejándonos de los fríos números, podemos ver a un Morris más maduro. Al igual que Irving, la evolución del alero es exponencial, y estamos comprobando que su mejora a nivel de lectura e inteligencia ofensiva es notable. Su progreso más llamativo es en el tiro de tres (4 puntos porcentuales de diferencia respecto a su mejor marca), pero creo que el punto anterior es igual de importante.
Marcus está de dulce, le sale todo y sus compañeros le buscan. Veremos si Ainge es capaz de encontrarlo el verano que viene.
Robert Williams III belongs to the NBA
Tras tres partidos sin jugar, con un hijo de por medio, las lesiones trajeron al bueno de Williams una oportunidad de contar con minutos, y no los desaprovechó. Con 16 minutos de media en los últimos 4 partidos, el rookie ha promediado 4 puntos, casi 6 rebotes y 2.75 tapones, demostrando que es un recurso muy aprovechable para Stevens.
Su capacidad intimidatoria es fantástica, con un timing estupendo para taponar y muy buenas cualidades a la hora de defender a jugadores más pequeños. Desde su «estreno» ante Anthony Davis, hasta el festín que se dio ante los Hawks, Williams ha gritado a los cuatro vientos que pertenece a esta liga, y los números lo respaldan.
Ocupa la 23º posición de mayores taponadores de la NBA, con 1.3 de media por partido en tan solo 7 minutos de promedio. Es el jugador de los Boston Celtics que más baja los porcentajes a sus rivales (los deja en un 36.7%), aunque obviamente defiende solo 5 tiros por partido. En la pintura solo permite un 28.7%, y en la media distancia un 17.4%. Son métricas sesgadas por la poca cantidad de minutos que ha jugado, pero las sensaciones en pista son buenas (quitando los típicos saltos de más de todo novato). La lesión de Al Horford ha penetrado a canasta sin mirar por encima del hombro, y The Time Lord no ha dejado escapar ese regalito.
Decía Orson Scott Card, fantástico escritor de ciencia ficción, que lo bueno de los viajes en el tiempo es que, si cometes un error, siempre puedes regresar para enmendarlo. Seguramente muchos equipos desearían volver a la noche del Draft de 2018, pero tendrán que pedirle a Hermione su «giratiempo», a los Celtics no les hace falta.