Primera semana de competición y vuelve la sección que hace el señor que madruga y ve los partidos intentando no despertar a su santa novia. ¿Qué tal?, ¿todo bien?, ¿nos desapuntamos de los Celtics ya?

Dos derrotas y una victoria para unos Boston Celtics que, como dijimos en el último podcast, iban a comenzar renqueantes y con mucho que trabajar. Triunfo contra la tabla frente a los Bucks, apuballante derrota en el último cuarto frente a los Nets, y un ajustado partido que se llevaron los Pacers. Algunas luces, otras tantas sombras y mucho de lo que hablar.

 


 

La triple T

 

Tras unas pruebas con Javonte Green en pretemporada que se quedaron en el cajón de los inventos rotos y sin acabar, Brad Stevens optó por salir en los tres primeros partidos con una de las alineaciones más tradicionales que le recuerdo.

Aludiendo a una falta de consistencia defensiva, el entrenador de los Celtics decidió que su pareja interior titular estuviese compuesta por Daniel Theis y Tristan Thompson, y no ha salido del todo mal.

No creo que veamos siempre a la triple T junta de inicio, pero los rivales, sobre todo Bucks y Pacers, invitaban a probarla. Ante contrarios muy largos y que anotan mucho en la pintura, un extra de peso y centímetros ayuda a paliar la falta de altura de los centers verdes, y contra los Nets… bueno, no creo que ninguna otra alineación hubiese podido parar a Kevin Durant, así que tampoco vamos a quejarnos demasiado.

Como notas positivas, contra los Bucks pudimos ver a un Theis bastante cómodo de 4 abierto en ataque, anotando un par de triples (se le acabó la magia en un partido todo sea dicho), y a Thompson haciendo su trabajo sucio bastante correctamente. La nota disonante fue una total y desastrosa transición defensiva, que no es obviamente solo culpa de los interiores, pero tampoco ayudan a hacerla más eficiente (Theis no puede moverse tan rápido como un alero, y Thompson tiene que cargar el rebote ofensivo para ser útil).

En definitiva, creo que seguiremos viendo a la triple T en partidos como los de esta semana, pero entiendo que, una vez vuelva Kemba Walker, volveremos a alineaciones «más tradicionales».

 

Paytonmanía

 

¡Qué jugador!, increíble Danny Ainge, jesucristo resucitado, que nos ha guiado hacia esta joven estrella en ciernes que nos llena de memes y gozo en la pista.

Tras saciar a esa parte de mi que solo escribiría alagos hacía el mejor #11 que se ha puesto la verde de los Celtics, solo voy a añadir unos pocos más para argumentar que está siendo el suplente más sólido de la rotación. Otros, como Jeff Teague, pueden que tuviesen picos más altos, pero el de Oregón ha sabido ganarse su sitio con actuaciones muy regulares, buenos porcentajes y saber hacer.

 

 

El resto de la segunda unidad, como ya dije, ha tenido ciertos momentos altos, como el partido de Teague ante los Bucks, unos minutos en los que Ojeleye se creyó Jordan, algún destello de Grant Williams como pasador, y un buen partido de Time Lord contra los Pacers. Con todo, sigue faltando garra en momentos del partido que los Celtics se duermen, y no vendría nada mal alguien que saliese fresco, con hambre, y pudiese cargar algo a sus espaldas.

Caso curioso el de Nesmith, que no ha contado con oportunidades. Entiendo que sus problemas defensivos no compensan su buen tiro, pero cuando los Celtics entran en ese estado apático, un jugador de sus características podría despertarles.

 

Paciencia

 

Los Celtics han jugado mejor que en pretemporada pero se nota que están buscando su identidad. En defensa han dejado mucho que desear, con incosistencia y falta de agresividad por momentos. En ataque han tenido pasajes muy buenos moviendo la pelota, y otros desastrosos en los que no salía nada.

 

 

En general estamos viendo más intención que efectividad. La ofensiva se basa en Tatum y Brown, algo lógico, pero resulta más práctica cuando estos buscan a sus compañeros, y un desastre cuando se centran en un turnarse para jugar aclarados. Los Celtics están cometiendo muchas pérdidas, sobre todo cuando alguno de los aleros se complica demasiado con excesivo bote. Ambos están mostrando cierto potencial para poder crear y organizar desde el bote y el pick and roll, pero obviamente es un trabajo en proceso y falta mucho para que esté pulido.

 

 

Cuando entran en el ritmo de mover la pelota, realmente vemos un buen baloncesto, aunque los tiros no entren. También se puede observar mucho movimiento sin balón, bloqueos indirectos y un intento de hacerle a Tatum la vida más fácil antes de recibir la pelota. En general todo buenas señales que, de desarrollarse y afinarse, dejan ver un futuro en el que el sistema de los Celtics puede ser muy efectivo.

Es cierto que en partidos como el de ayer contra Pacers, existe cierta desconexión del resto de jugadores, dejando a Tatum y Brown decidir, optando estos por jugar unos aclarados no del todo efectivos. En esos minutos, se echa de menos a jugadores como Nesmith, que podría abrir espacios en jugadas que, de todas formas, no iban a pasar de aclarados sin movimiento alrededor.

Sin su principal generador de juego lesionado, los Celtics están buscando una identidad liderada por unos Jays nuevos en esa faceta más creadora. Se necesita tiempo, más en una temporada como esta, para cuajar todo y encontrar las mejores sinergías, así que paciencia, no entremos en pánico hasta que perdamos contra los Pistons.