La Rueda del tiempo gira y las eras llegan y pasan y dejan tras de sí recuerdos que se convierten en leyenda. La leyenda se difumina, deviene mito, e incluso el mito se ha olvidado mucho antes de que la era que lo vio nacer retorne de nuevo. Así comienza la famosa saga de Robert Jordan, y los Celtics no se alejan de ese bonito, y triste, inicio.
Hace unas semanas nos preguntábamos quiénes eran estos Boston Celtics, y ellos mismos nos dan las respuesta una y otra vez. Las temporadas y los partidos pasan, de vez en cuando nos dejan algún destello de mejora, que rápidamente se esfuma, se convierte en un mito y es olvidado.
La eterna rueda que rige el devenir del equipo de Boston, gira y gira, y siempre nos deja en el mismo lugar: un pozo de odio y sufrimiento. Es lo que hay, estos son los Boston Celtics que nos toca vivir y, poco a poco, parece que nos deberíamos ir dando cuenta que se necesitan cambios importantes para volver a la senda correcta.
No nos engañemos, ya que ante el más mínimo signo que nos indique que este equipo puede llegar a ser mejor de lo que pinta, volveremos a animarnos un poco, a ilusionarnos con el futuro y a hacer planes. Pero no, nos han demostrado un montón de veces que esto es circular, volviendo siempre al principio.
Estos Celtics, que se olvidaron de hacer lo único que les otorgó cierta consistencia esta temporada, ayer perdieron uno de los partidos más vergonzosos que recuerdo, ante una plantilla compuesta de temporeros, jugadores de rotación y hasta viejos conocidos que no se sabían el nombre de sus compañeros.
El estado de forma de los pilares del vestuario no ayuda. Robert Williams vuelve a saltar ante todo lo que le pasa por delante. Jaylen Brown ha demostrado que no está aquí para ser el jugador que necesitan los Celtics que sea, sino para jugar a lo suyo y a ver qué pasa. Jayson Tatum quiere ser algo que le queda todavía muy lejos, con el estilo de juego de jugadores que tenían bastante más talento que él. Marcus Smart, entre lesiones, no consigue encontrar su sitio en el año que tenía que demostrar que se lo merecía.
Ayer, solo se libran Grant Williams, Al Horford y Payton Pritchard. El resto no se bajó del avión. Romeo Langford defendió bastante bien al principio, pero en ataque fue un desastre. Juancho y Parker no pueden jugar ni un minuto más, como dice Karalis en su podcast, prefiero jugar con 4. Hubiese merecido la pena probar a alguno de los contratos de 10 días, que para eso los has traído, pero Ime Udoka tampoco es que nos esté demostrando que hay potencial en el banquillo.
El partido empezó muy bien, con Horford guiando un ataque muy fluido, pero Brown decidió que era su turno de tocar la pelotita, y desde entonces todas las decisiones que tomó fueron malas, sin exagerar. Cada día que le veo jugar tengo más claro que, todo lo inteligente que es fuera de pista, lo es de tonto dentro. Creo que tiene unas condiciones excelentes, y que su capacidad de trabajo y mejora son increíbles, pero no le da. Ayer era un día para distribuir y jugar a algo totalmente distinto a lo que quiso jugar. Lo intentó durante todo el partido a su manera, no le funcionó, y fue incapaz de corregir nada. La excusa de la juventud no me vale, porque estos tipos maman baloncesto 24 horas al día desde que tienen 12 años. Están en la mejor liga del mundo, y son incapaces de jugar contra una zona de un equipo que, como quien dice, se acaba de juntar en el parque porque la mayoría de colegas están enfermos en casa y necesitaban a 5.
Es muy frustrante intentar entender qué pasa con los Boston Celtics. Es muy frustrante intentar mantener una actitud positiva y tener paciencia con unos jugadores que, si bien son jóvenes, han tenido tiempo de sobra para demostrar que pueden liderar un proyecto. Es muy angustioso pensar en traspasar a alguno de ellos, por el miedo a que explote en otro sitio, pero a la vez el temor a pensar que estás perdiendo el tiempo esperando siempre está sobre tu cabeza. Pendiente. Oscilando. Como una espada a punto de caer, sin remedio.
No sé qué va a pasar con este equipo. No tengo ni idea de qué puede solucionar los problemas. Pero sí sé que los Celtics necesitan cambios. Y rápido. Porque la rueda sigue girando, y nos vamos a quedar sin tiempo.