Tras el asedio durante toda la temporada al TD Garden, los Boston Celtics perdieron su imbatibilidad esta semana ante unos 76ers que, con esfuerzo, consiguieron llevarse la primera victoria visitante en el feudo de los de Brad Stevens. Justo el día antes, en Indiana, los verdes también perdieron el encuentro, culminando una semana corta con dos derrotas, más lesionados y pocas sonrisas. Feliz navidad.


 

Los interiores no son el problema

 

Ya han pasado unos días tras las derrotas, y espero que hayáis podido dormir bien, respirar hondo un par de veces, beberos una cerveza o tomaros vuestra infusión preferida. ¿Habéis tenido tiempo?, ¿sí?, bueno, pues parad de pedir un traspaso por un interior defensivo dominante, por favor. Yo también echo de menos al bueno de Aron Baynes, y mucho, pero el juego interior no ha sido la causa de estas derrotas.

Contra los Pacers de Sabonis y Turner, los Celtics cogieron 8 rebotes más (3 más ofensivos) y sus dominantes presencias en la zona, se fueron a 26 puntos entre los dos con un 9-21 en tiros de campo. Un buen partido de la pareja, pero para nada decisivo. La balanza en este encuentro se decanta para los de Indiana en el momento en que entran a la palestra las segundas unidades, y es que la tónica habitual del temporada no cambió en absoluto en este escenario. Los suplentes de los Celtics anotaron la friolera de 19 puntos, mientras que los de los Pacers se fueron hasta los 47. No fue un desastre de dimensiones catastróficas como en otras ocasiones, pero el banquillo verde pasa por momentos en los que es incapaz de anotar una maldita canasta, y un buen equipo sabe aprovecharse de ello.

En la derrota contra los 76ers es cierto que la dinámica cambia. El equipo de Philadelphia es muy alto, grande y largo, y los Celtics lo pasan excesivamente mal frente a ellos. También es cierto que Joel Embiid dominó el partido e hizo lo que quiso, pero con todo, se podría haber ganado contando con el veneno del center camerunés. Los Celtics tuvieron la posibilidad de llevarse el encuentro, pero cerraron muy mal el partido. Además, tanto Jaylen Brown como Jayson Tatum tuvieron una noche pésima en el tiro (8/27 entre ambos). Si en un juego que se cierra mal, en el que estás jugando sin Hayward y sin Smart, y en el que dos de tus mejores jugadores están totalmente fuera, le echas la culpa a los interiores que se tienen que enfrentar a Embiid, mal vamos.

El problema de los Celtics no son los interiores. Tanto Theis como Kanter, que están contando con prácticamente todos los minutos tras la lesión de Robert Williams, están haciendo un muy buen trabajo. Es cierto que toda mejora es agradecida, pero no vas a encontrar a alguien que te suba un escalón en el mercado de traspasos. El equipo de Stevens tiene urgencias mucho mayores que atender, y que le traerían mejores frutos. Por favor, amigos, cada vez que perdamos y el otro equipo tenga un hombre alto con cierta calidad, no vengáis otra vez con lo mismo, recordad que tenemos a Tacko.

 

Aprender a ganar

 

Tras la segunda derrota consecutiva, Kemba Walker parecía confundido (algo extraño viniendo de Charlotte, debería estar acostumbrado). Los Celtics, durante dos noches seguidas, parecieron a ratos contenders y a ratos un equipo de tabla baja.

«No estoy seguro de lo que pasa», decía Walker intentando explicar la situación. «Es una mezcla de varias cosas -puertas atrás, falta de comunicación, pérdidas. Creo que es es algo de cada, tenemos que ser conscientes de ello para hacerlo mejor.»

Gordon Hayward también comentó desde ese punto de vista la racha de derrotas.

«Tenemos que ser capaces de jugar mejor en ataque y explotar la presión de los rivales», analizaba Hayward. «Ser más seguros con la pelota, hacer cortes a canasta cuando estén presionando mucho, sacar ventaja de ello. Pero ellos hicieron un muy buen trabajo. Creo que nos falta experiencia jugando juntos, para poder leer todas esas situaciones al momento. Que te salga mal una vez y a la siguiente, con tan solo una mirada, saber lo que tienes que hacer, que resulte fácil. Espero que estemos preparados para la próxima.»

Los Celtics han tenido a mucha gente fuera por lesiones, y cuando alguno vuelve a la acción, un par se caen de la rotación. Es difícil crear química cuando no todo el grupo está disponible.

«Necesitamos aprender a ganar», sentenciaba Walker. «Tenemos tramos en los que jugamos muy bien. Y luego tenemos lapsos. Tenemos momentos en los que parecemos, como si… es malo. Es muy malo. Tenemos que reducir eso, e intentar jugar lo mejor posible durante los 48 minutos.»

 

No Kanter Club

 

Nuestra querida Aina (síganla en Twitter para que no tenga menos seguidores que el señor Javier R.), hace un tiempo fundó este club para protestar ante la presencia de Enes Kanter en pista con la camiseta de los Celtics.

El hecho es que este coloquio de fans, tuvo la mala suerte de surgir en un momento en el que el turco empezó a remontar su nivel, y esta semana ha sido la mejor de su temporada. Contra Pacers no se lució mucho, aunque atacó bien los tableros, pero contra los 76ers se marcó un partidazo tremendo, siendo el mejor defensor de Embiid y anotando 20 puntos desde el banquillo.

Es cierto que los de Phila son un buen matchup para el interior, ya que no explotan mucho el pick and roll, faceta en la que más queda expuesto Kanter, pero con todo, su partido es digno de mención.

No soy yo su mayor fan, pero creo que, usado de forma correcta, puede aportar mucho a un banquillo que se cae a pedazos. De momento, Kanter seguirá contando con su club de no fans, pero tiempo al tiempo, que sabemos que estas cosas nunca terminan como uno tenía pensado.