*Leer con la sintonía del Grand Prix* Ya llegó, ya está aquí, el mes que más te gusta a ti. Como cada año, tras la lotería del NBA Draft 2019, en el Despacho empezamos a analizar a aquellos prospectsque podrían ser elegidos por Danny Ainge el próximo 20 de junio (recuerda que retransmitiremos el Draft en directo en nuestro canal de YouTube).
No es tarea fácil en este año, dado que los Boston Celtics contarán con hasta tres elecciones de Primera Ronda (#14, #20 y #22) y una de Segunda (#51). En total analizaremos hasta 24 jugadores en ocho artículos de tres cada uno, siendo este el cuarto. En el primero, analizamos a Nassir Little, a Keldon Johnson y a Goga Bitadze, mientras que en el segundo llegó el turno de Bol Bol, Rui Hachimura y Tyler Herro . En la tercera muestra vino Jontay Porter, Romeo Langford y Chuma Okeke, y en la cuarta Sekou Doumbouya, Matisse Thybulle y Grant Williams. En la quinta y última por ahora, analizamos a PJ Washington, Luguentz Dort y Jaxons Haynes.
Hoy veremos que nos trae la marea y sin más dilación, vamos a ver qué hay en este NBA Draft 2019 que pueda ser del agrado del frontoffice de los Boston Celtics.
Mfiondu Kabengele
Center
Florida St.
22 años
104 kilos de peso. 2.08 metros de altura, y 2.21 de envergadura
13.2 puntos, 5.9 rebotes, 0.2 asistencias – 50.2 EFG%
Es imposible conocer la línea genética de Mfiondu Kabengele y no tratar encontrar atisbos de su tío, Dikembe Mutombo, en el juego del center de Florida State. Algo bajo para su posición, sus larguísimos brazos lo compensan con creces y hacen de él una auténtica bestia en los cristales, siendo especialmente destacable su habilidad para capturar rebotes ofensivos. Es también un muy buen taponador, tanto por sus condiciones físicas como por su timing; en definitiva, una presencia intimidante en la pintura. En el costado ofensivo ha destacado por su acierto desde la línea de triple, y unos buenos porcentajes de tiros libres que invitan a soñar con que pueda trasladar su tiro a la NBA.
En cuanto a sus puntos flacos, solo hay dos aspectos que destaquen negativamente pero lo preocupante es que no son de los que mejoran con muchas horas de entrenamiento: demuestra muy poco entendimiento del juego, moviéndose a veces sin mucho sentido por la pista, y es un drama con el balón en las manos. Tiene un bote feo, pasa el balón sin tensión y rara vez se lo entrega a sus compañeros en una posición ventajosa. Por último, pese a la fuerza que aparenta, sus cualidades físicas son más aptas para el baloncesto de hace un par de décadas que el actual: fuerte pero tosco y no demasiado rápido.
Mfiondu Kabengele ha estado subiendo mucho en los mocks desde el pasado mes de marzo, por lo que es difícil que los Boston Celtics puedan hacerse con él gracias a una de sus peores rondas del NBA Draft 2019. De ser así, aportaría un perfil que el equipo no tiene desde la salida de Kendrick Perkins, aunque extrañaría su elección teniendo ya en plantilla a un sophomore como Robert Williams III.
Terence Davis
Escolta
Mississippi
20 años
91 kilos de peso. 1.93 metros de altura, y 1.98 de envergadura
15.2 puntos, 5.8 rebotes, 3.5 asistencias – 44.4 EFG%
Terrence Davis es un jugador de baloncesto que bien podría haber tenido una carrera deportiva en el atletismo o la NFL gracias a la fuerza y velocidad de un primer paso endiablado. Con muy buenos instintos para el robo, gran capacidad de reacción y el ya comentado primer paso, genera una gran cantidad de puntos en transición. Puede alcanzar el aro o sus zonas de confort cada vez que se lo propone, finaliza bien tras contacto y juega mucho por encima del aro. También es muy rápido moviéndose lateralmente, con lo que no hay techo para sus capacidades defensivas y, obviamente, es un enérgico reboteador.
El mayor problema con Davis es que en él se intuye mucho más jugador del que hay a día de hoy. Se le ven maneras a su tiro, no está roto, pero sus porcentajes no son buenos; no parece un coche de choque y aparenta entender el juego, pero no crea demasiado para sus compañeros; tiene el físico y habilidades perfectas para ser un defensor dominante, pero no ha demostrado aún ni ser uno agobiante. Y así con todo.
Un sorbete de limón perfecto para que a Danny Ainge y Sergio Hernández se les vaya el sabor a Terry Rozier de la boca.
Alexander-Walker
Escolta
Virginia Tech
21 años
92 kilos de peso. 1.96 metros de altura, y 2.04 de envergadura
16.2 puntos, 4.1 rebotes, 4.0 asistencias – 47.4 EFG%
Alexander-Walker es el sueño de cualquier entrenador en etapas formativas: puede jugar tanto de base como de escolta y es capaz de anotar, crear y siempre parece tomar la decisión correcta. Además, todo lo que se sabe de él habla de un chico con muchas ganas de mejorar y con una personalidad tranquila – aunque hay quien ve esto como una debilidad. Tiene muy buena mano tanto de media como de larga (y muy larga) distancia, es hábil seleccionando sus tiros y demuestra entender perfectamente el juego. Así se explica que pese a ser siempre la segunda mano sobre el balón, se las apañe para firmar buenos números tanto en puntos como asistencias de manera constante.
Al igual que pasaba con McCollum cuando llegó a la NBA, no hay dudas sobre lo que sabe hacer sino si podrá hacerlo con ese cuerpo. Sufre con rivales de mayor tamaño, no acude a la línea tanto como sería deseable y a veces comete pérdidas por encontrarse simplemente ante un muro. Si es capaz de añadir algo de músculo tiene una carrera muy larga en la NBA, pero podemos preguntar a RJ Hunter lo que pasa cuando no lo logras…
Alexander-Walker es un jugador muy del perfil de Brad Stevens y este verano se espera que haya al menos dos bajas en el backcourt de los Boston Celtics (Terry Rozier y Kyrie Irving, sin olvidarnos de Brad Wannamaker) pero aún así es difícil ver a Danny Ainge escogiendo a un jugador de su estilo.