Pasarán los años y los aficionados de los Boston Celtics jamás olvidaremos el verano de 2017. Tras haber llegado a las Finales de Conferencia en la que quizás ha sido una de las historias más bonitas en la historia (valga la redundancia) de la NBA, todo era de color de rosa en Massachusetts: un grupo de jugadores jóvenes que ya estaba probando el sabor de la victoria, espacio salarial para un contrato máximo y el pick #1 de un NBA Draft 2017 del que muchos decían que era el mejor desde aquella locura que fue el de 2003.
Para nosotros todo era aún más especial. Tras años compartiendo web y espacio con un grupo de gente extraordinaria, nos habíamos lanzado de cabeza a una aventura en la que todo eran incertidumbres. ¿Entenderá la gente por qué nos vamos? ¿Nos seguirá la comunidad? ¿Tendremos suerte con el verano? Abrir una página web deportiva en verano es como abrir un bar al lado del instituto en las mismas fechas: una garantía segura de fracaso al menos durante los primeros tres meses. «¡Ojalá haya algo de movimiento!» pedíamos.
Salma Hayek ha contado varias veces que cuando era adolescente fue la última de sus amigas en alcanzar la pubertad y que por ello acudía regularmente a la iglesia para echarse agua bendita sobre el busto y pedir que éste se le desarrollase.
En un periodo de entre cuatro y seis semanas los Boston Celtics entrevistaron durante cuarenta y ocho horas seguidas a Markelle Fultz, traspasaron su elección por el pick #3 de Philadelphia así como el de 2018 de Los Ángeles Lakers, seleccionaron a Jayson Tatum, y éste y Jaylen Brown dijeron que Summer League delenda est, traspasaron a Avery Bradley – el jugador que más tiempo llevaba en la plantilla por aquel entonces y uno de los favoritos de los aficionados, firmaron a Aron Baynes, firmaron a Gordon Hayward, firmaron a Gordon Hayward pero ahora de verdad y, cuando ya estábamos todos alucinando con el carrusel de emociones que habíamos vivido, Danny Ainge dijo que invitaba a la penúltima y traspasó a su jugador franquicia, al glue guy del equipo y el último de sus preciados picks de los Brooklyn Nets (sin olvidarnos de Ante Zizic) por el mismísimo Kyrie Irving.
Salma, te entendemos.
La temporada de los Celtics
Nota: métete en los links para recorrer el «parque temático»
Este fin de semana estuve con los amigos en Port Aventura. No era la primera vez que visitaba este parque temático por lo que no puedo decir que estaba ilusionado como un niño pequeño, ya sabía cómo funcionaba el parque, la mayoría de las atracciones y hasta en qué restaurantes se puede comer y en cuales el ingrediente estrella es la salmonela. Pero mi estado de excitación no era menor, hacía años que no iba a un recinto de estas características y ya sabemos cómo funciona nuestra cabeza: la última experiencia siempre es la mejor porque la recuerdas con más matices y vives todo con más conocimiento de causa. Además, me habían dicho que había un par de cachivaches nuevos y por lo que había visto en YouTube la verdad es que no pintaban nada mal.
La temporada de los Boston Celtics ha sido exactamente igual que mi fin de semana: no era la primera vez que los seguía, conocía la mayoría de las caras y sabía quién me provocaba una reacción similar a la salmonelosis – pasa el jodido balón, Morris, bonito. Por supuesto, los nuevos juguetes tenían muy buena pinta.
Nada más entrar al parque el Furius Baco estaba jodido, por lo que fuimos a lo seguro: Dragon Khan hasta que no hubiese un mañana y cuando la cabeza nos diese vueltas sabríamos que era la hora de montar en la vieja Estampida. Tiene fama de aburrida por ser de madera y aspecto rústico, pero si lo que te gusta de estos sitios es la adrenalina y la sensación de libertad, este chisme es treinta veces mejor que cualquier lanzadera de estas modernas que lo único que hacen es subir y subir como el hype para luego bajar a toda hostia. Lo que no me esperaba era el jodido Sambala. Había visto vídeos de estos en primera persona, leído las estadísticas que hablaban de la pendiente más grande de Europa y hasta hablado con amigos que ya habían montado. Pero una cosa es verlo y otra muy distinta probarlo. Repito que venía de montar no menos de tres veces en el jodido Dragon Khan y el chisme este me dejó sin palabras. Me asustó. No tiene loopings ni hace extravagancias pero todo, desde la mínima sensación de seguridad que te da su asiento hasta los repechos, parecen estar justo donde debería estar para que te quedes con cara de bobo. Vuelvo a repetir: me asustó. Y eso no me había pasado nunca antes en un parque de atracciones.
Algunos habrán entendido qué les he querido contar en el anterior párrafo y estarán medianamente contentos con el resultado. La mayoría no, y tienen toda la razón del mundo a querer quemar cosas. Para los segundos, aquí os dejo el resumen de la temporada que ya hice de una manera más convencional hace unas cuantas semanas.
El equipo de Brad Stevens
Llevamos siguiendo la actualidad de los Boston Celtics en este Despacho desde hace más de cuatro años, cuando Brad Stevens tomó el mando del equipo y, por suerte o por desgracia, siempre me ha tocado a mí hacer este artículo a final de temporada. Si los revisan verán una constante: siempre acabo hablando de lo especial que es este grupo de jugadores y lo emocionante que ha sido esa temporada. Seguramente, si hubiera seguido a los Bulldogs de Butler, serían casi diez años escribiendo lo mismo porque esto es lo que hace Brad Stevens.
Con diez caras nuevas y solo cuatro de los jugadores con los que llegó a las Finales de Conferencia hace ahora doce meses. Pese a sufrir la baja del jugador que más conocía y en el que había basado todo su sistema ofensivo a los cinco minutos de empezar la temporada, Brad Stevens volvió a montar un equipo en el que todo el mundo iba a una, creía en el sistema y excedió cuantas expectativas había depositadas en él a comienzos del curso. Él es el inicio y final de todo.
El videojuego de los Playoffs
Esto es algo que hemos comentado varias veces en nuestro podcast durante toda la post-temporada: los Playoffs que han afrontado los Boston Celtics este 2018 parecen haber estado escritos por un guinosita de videojuegos. Empezando por el monstruo extraño, deforme y con una barra de salud que ocupaba dos pantallas de televisión, los Milwaukee Bucks de Γιάννης Αντετοκούνμπο eran un rival tan apetecible como traicionero: apetecible porque la última vez que hubo un entrenador en esa ciudad este se llamaba Don Nelson y traicionero a causa de ese dios griego al que encima se sumó un Khris Middelton que firmó números más propios de Michael Jordan que de lo que hasta ahora sabíamos de él – si andan justos de dinero, aprovechen para hacerse amigos de él porque este verano le van a cubrir en oro. FInalmente, entre la maraña de Brad Stevens, el descaro de Terry Rozier, las ganas de Jaylen Brown y todo Al Horford, la serie salió adelante con quizás más sustos de los debidos.
Todo aquel que haya jugado a Pokèmon conoce al idiota de Gary, el niño bonito que siempre aparece cuando menos lo necesitas y que siempre figura como ganador del gimnasio al que acabas de llegar aunque nunca le hayas visto hacer nada medio decente. Además, sus bichos siempre parece que están varios niveles por delante de los tuyos. Lo bueno es que siempre le acabas pateando el culo sin demasiados problemas. Al Horford y Jayson Tatum están a dos cuentas falsas de twitter de ser las personas más odiadas en Philadelphia.
Al final estaba el de siempre, con el peor equipo que ha tenido nunca y tras haber dejado a todo un país sin sueños ni baloncesto. Tras ganar los dos primeros partidos, los aficionados de los Boston Celtics nos emocionamos moderadamente: enfrente estaba LeBron James pero los Celtics llevaban una racha de diez partidos seguidos ganando en casa estos Playoffs y nunca habían perdido ninguna de las treinta y siete ocasiones anteriores en las que se habían adelantado 2-0 en una serie. 10-1 y 37-1. Esos unos, The Chosen One.
“We’ll be back”- Hayward pic.twitter.com/WSPizPsjmO
— Bostons Diehards (@WTP_BDiehards) 28 de mayo de 2018
Premios a la Regular Season
Rookie: Jayson Tatum
Voto unánime
MVP: Kyrie Irving
Al Horford 2 y Kyrie Irving 4
Revelación: Terry Rozier y Jaylen Brown
Jaylen Brown 2, Terry Rozier 2, Marcus Morris y Aron Baynes
Decepción: Abdel Nader
Marcus Smart, Abdel Nader 2, Gordon Hayward y Semi Ojeleye,
Nota: 7.41
Premios a los Playoffs
Rookie: Jayson Tatum
Votación unánime
MVP: Al Horford
Votación unánime
Revelación: Terry Rozier
Votación unánime
Decepción: Marcus Smart, Abdel Nader, Aron Baynes y Greg Monroe
Nota: 9