“El futuro llegó hace rato” reza un himno de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y así parece ser en los Boston Celtics. Con la partida de varios jugadores y el cambio de líder, los mayores beneficiados han sido Jaylen Brown y Jayson Tatum, quienes están tomando el toro por las astas conduciendo al equipo a lo más alto del Este.
Los cambios en los Boston Celtics modelo 19/20
En el pasado, Jaylen Brown y Jayson Tatum tomaron con naturaleza el vacío de poder dejado por las lesiones de Kyrie Irving y Gordon Hayward, guiando junto a Terry Rozier y Al Horford a los Boston Celtics a un séptimo juego de finales de conferencia.
En esta temporada el vacío ha sido creado por los movimientos de verano: las partidas de Marcus Morris, Terry Rozier, Al Hoford y sobre todo Kyrie Irving, fueron la vía de ascenso al trono más directa que se podía encontrar desde la muerte de Mufasa.
El hecho de tener la oportunidad, no siempre quiere decir que sea aprovechada, pero teniendo en cuenta los antecedentes de reinado transitorio que han usufructuado ambos jugadores, se sospechaba que no iban a dejar pasar el tren.
Además, el líder cumple las funciones de, y no se escapa con el dinero a otra parte, sino que realza el trabajo de los Jays para beneficio de todo el reino y la felicidad de los súbditos.
Kemba Walker se ha transformado en un factor diferencial para ambos jugadores, resignando rol ofensivo de aclarados para encontrar a sus compañeros, hacer crecer su confianza y sumar a la química grupal.
Jay Williams gave the greatest explanation why the Celtics are better with Kemba Walker than Kyrie Irving. pic.twitter.com/i9snPqdv4s
— Dante Turo (@DanteOnDeck) November 19, 2019
Brad Stevens ha planteado la ofensiva de los Boston Celtics para que se aprovechen los cortes hacia el canasto con drible controlado por parte de ambos aleros. En el caso de Jayson Tatum, esto es más notable ya que está intercambiando este tipo de jugada por los antiguos y criticados hasta el hartazgo lanzamientos de media distancia.
Eficiencia y cambios de estilo en los referentes
Jaylen Brown en este sentido se ha valido muchas veces de este tipo de jugada, recibiendo del lado débil para romper hacia el aro. La diferencia sustancial este año es que su probada mejora con el drible le ha posibilitado incrementar la efectividad y la cantidad.
Aunque el ex Duke tenga problemas con la definición tras contacto, es un buen síntoma que intente optimizar su juego para volverlo más eficiente. El primer paso lo está dando; será cuestión de tiempo y trabajo para que lo vuelva tan efectivo como el de su compadre.
La mejora con el balón que está experimentando Jaylen Brown le abre un mundo de posibilidades si tomamos en cuenta el gran poder físico que tiene el ex Golden Bears.
Los Boston Celtics se caracterizan por utilizar bloqueos en transición para que sus aleros tomen triples o vayan hacia el canasto aprovechando el miss match generado y sacando provecho a las defensas que no están establecidas.
Este tipo de jugadas simples de Stevens se han usado a lo largo de su trayectoria en los Boston Celtics, pero sobre todo con la llegada de Isaiah Thomas y ahora con Kemba Walker, para usufructuar el desequilibrio y los espacios que generan para que los aleros ataquen los espacios, el lado débil o tomen triples en transición.
Jaylen Brown suele generarse muchos puntos con este tipo de jugadas, tomando el rebote y yendo de costa a costa y aprovechando el bloqueo de Daniel Theis a la altura del triple. En el partido vs Spurs, se pueden observar varias jugadas de este tipo.
La capacidad atlética del nacido en Marietta para absorber contacto y definir, es algo en lo que Jayson Tatum tiene que seguir trabajando.
En el caso de el ex Blue Devil, los cortes hacia el canasto son en su mayoría en estático, atacando por el lado débil o recibiendo una cortina y un hand off para aprovechar la inercia, teniendo en cuenta que no es tan explosivo como su compañero.
El #0 también se está valiendo del colapso que produce Kemba en la pintura para tomar triples en catch and shoot, algo que le reclamábamos a principio de año, teniendo en cuenta su gran nivel de acierto.
Tatum ha incrementado sus triples y penetraciones y bajado la tasa de uso de media distancia, el único inconveniente es que no está siendo tan efectivo como debería (41.2 de campo) but… con un 39% en triples.
No todo lo que brilla es oro en los Boston Celtics
La dificultad la está teniendo en cercanías al aro, donde sus porcentajes son muy bajos: 44.6% de eficiencia en tiros menores a 5 pies, contra el 55, 8 de Brown.
La carta de tiro de Tatum se está pareciendo cada vez más a la de Brown, la diferencia es que el segundo es mucho más efectivo (por lo menos hasta el juego vs Clippers en que tuvo una noche negra).
Si al aprovechamiento inteligente que están haciendo de la ofensiva le sumamos el incremento de minutos, podremos entender el porqué de los números que están marcando.
Brown pasó de ser el quinto jugador de la ofensiva al tercero y Tatum del cuarto al segundo. No solo eso, sino que ambos juntos en cancha generan un diferencial de +16, lo que los coloca en lo más alto de las duplas de élite de la liga.
Para que tengamos una comparativa, LeBron y Davis son la segunda más productiva y están por debajo de ellos, con un +14.
La baja de Gordon Hayward ha inflado la cantidad de tiempo en que la pelota pasa por sus manos, pero esto no quiere decir que sea un aspecto positivo, ya que ambos estaban siendo beneficiados por el juego del ex Utah.
Hayward como generador de juego tiene a ambos aleros como su principal fuente de alimentación en asistencias con 1.1 a Tatum (la más alta) y 0.5 a Brown (la segunda) compartida con Theis, Williams y Kemba.
El buen hacer del #20 también le sirvió para generar espacios a ambos, que fueron aprovechados mientras el bueno de Gordon estuvo en cancha.
Este análisis de la ofensiva no deja ser tan solo uno de los aspectos en los que están brillando ambos jugadores, porque tanto uno como el otro vienen desempeñando un gran rol a nivel defensivo y rebotero (este es un análisis para otro momento).
Los roles más definidos, la confianza rubricada por el contrato firmado, la sensación de largo plazo y la buena vibra generada por Walker son otros de los motivos que nos llevan a afirmar que el devenir del futuro de los Boston Celtics depende pura y exclusivamente de ellos.