Nos adentramos en enero y los Boston Celtics empiezan a mostrar lunares por todos lados. Las seguidillas de partidos, y las limitaciones del plantel, se empiezan a notar cada vez más y nos ponen con interrogante en miras al futuro.


 

Los Boston Celtics y el inicio del 2020

 

Está claro con el parcial de principio de año (7-6) que el rendimiento de los de Brad Stevens ha caído en ambos costados de la cancha. A esto hay que sumarle que los equipos van recopilando información de cómo juegan y empiezan a ajustar en concordancia con ello.

La sumatoria de juegos sin descanso y las lesiones tampoco dan tregua. Los verdes han jugando desde el amanecer del 2020 día de por medio con tres back to backs involucrando el segundo día a un equipo importante: Raptors, Sixers y Bucks (estos últimos dos con viaje incluido).

No estamos haciendo un listado de excusas, simplemente mostrando que la baja en el rendimiento tiene varias explicaciones, que se concatenan como una suma de dificultades que termina desnudando las limitaciones que se taparon a principio de esta temporada.

La regularidad mostrada en la anotación de varios jugadores se dio de frente con lo que estamos viviendo en estos días. Jaylen Brown, por lejos el más eficiente en este apartado, está atravesando una merma en eficacia y ahora le sumó una lesión en su dedo gordo de tiro.

Jayson Tatum, continúa realizando un buen desempeño defensivo, pero esa solvencia no se replica en ataque, donde sus decisiones son bastante cuestionables y no le permiten consolidar su juego de manera efectiva.

 

 

Gordon Hayward es un mar de irregularidad, después de hacer un partido más que solvente vs Pistons, lanza 1-10 de campo al día siguiente, y se lo nota falto de confianza y tibio a la hora de atacar el aro.

Ante todas estas dificultades, sumado a una banca que no aporta puntos y a un juego interior limitado en defensa con Kanter y en ataque con Theis, nos lleva a las consecuencias que estamos viviendo hoy día.

Brad Stevens necesita hacer un cambio

 

Si algo está demostrando este pasaje de la temporada regular es que los Boston Celtics necesitan realizar una modificación en sus alineaciones para compensar la defensa de la primera unidad y la falta de generación de juego y goleo en la segunda.

Voy a tomarme el atrevimiento de robarle una idea a Álvaro Méndez, que me parece de lo más acertada teniendo en cuenta las limitaciones con las que cuenta la franquicia para realizar traspasos por soluciones foráneas.

Stevens tendría que probar haciendo un enroque entre Marcus Smart y Gordon Hayward, para que el segundo pase a la segunda unidad y trabaje como organizador / anotador con los suplentes, donde se sentirá más cómodo en su rol liberando a Tatum y Brown en la primera.

Con este movimiento se puede paliar la situación de falta de juego de los suplentes, se agregaría un generador de juego con capacidad de pase y creatividad en el pick and roll, que serviría mucho a Kanter, y suma versatilidad atrás para complementarse con el resto.

El pase de Hayward a la segunda unidad no quiere decir que deje de jugar la cantidad de minutos que promedia, ya que más allá de sus problemas ofensivos sigue siendo muy importante en la dinámica de juego de los verdes.

El año pasado se pudo ver la mejor versión de Hayward viniendo desde la banca, por lo que recurrir a esta circunstancia en un contexto más sano puede palear varios de los problemas que estamos viendo en la polarización de talento en las dos alineaciones.

 

Los Boston Celtics y la defensa colectiva

 

El encuentro de ayer en Milwaukee fue una muestra cabal de lo que son capaces los de Stevens cuando están ausentes en defensa y cuando se aplican alimentando su juego ofensivo de atrás hacia adelante.

Más allá de que los equipos contrarios están atacando bien la defensa de los Boston Celtics, sobrecargando el sistema de ayudas del lado fuerte para definir del lado débil con penetraciones o tiros de tres, cuando los jugadores están concentrados y metidos en el sistema en posiciones activas no hay scouting que valga.

Tanto el primer cuarto, como el segundo, fueron una muestra fehaciente de lo que estoy diciendo. Durante los primeros 24 minutos de juego se vio a los jugadores fuera de posición, con una lectura corporal mala, sin cortar línea de pase ni presionando sobre el balón.

El sistema que utiliza Brad Stevens depende mucho de movilidad e intensidad, y si ésta falta, ocurre lo que pasó los últimos dos juegos en que el equipo contrario, si tira solo, acierta más del 60% de campo volviendo imparables a jugadores de rol como Donte DiVincenzo o Sviatoslav Mykhailiuk.

 

 

 

Los Boston Celtics no pueden claudicar en esfuerzo, concentración y comunicación porque además la defensa es lo que le posibilita al equipo encontrar puntos fáciles al contragolpe y no tener que enfrentar a un rival establecido.

De cara a los partidos que se les vienen a los verdes, la aplicación en defensa y compensar la segunda unidad son los principales puntos a los que tiene que apuntar para retomar la senda del triunfo, con lo que hay…con lo que tienen, porque simplemente no hay más.

La única manera de afrontar las limitaciones a las que se están enfrentando es tratar de optimizar lo que tienen, porque Ainge no se va a mover teniendo en cuenta lo encorsetado que está para realizar movimientos.

La suma de todos los miedos se supera afrontándolos, y no culpando a los dioses o tus compañeros como hace un base que no supo pasar por los Boston Celtics.