Parecía que los Boston Celtics no estaban dispuestos a elegir a 3 novatos en este Draft, y terminaron escogiendo a 4. Con varios traspasos de por medio, incluido el de Aron Baynes, Danny Ainge terminó seleccionando en las posiciones #14, #22, #33 y #51, en lo que creemos fue un notable Draft del GM, con alguna sorpresa y cierta tendencia en sus picks.

 

Romeo Langford

 

 

Escolta

Indiana Hoosiers

19 años

98 kilos, 1.98 metros de altura y 2.11 de envergadura

16.5 puntos, 5.4 rebotes y 2.3 asistencias, 49.1 eFG%, 27.2% T3 y 72.2% TL

 

Con la primera elección de los Celtics, Danny Ainge sorprendía en cierta manera al aficionado con la selección del escolta de Indiana, por delante de nombres como Clarke, Little o Bol Bol. Talento top 10, que tras un año por debajo de las expectativas, recala en una franquicia en plena reconstrucción, en la que puede desarrollar todo el talento que demostró tener en sus años de instituto.

En su único año en la universidad, ha lidiado con un ligamento semifracturado en su mano derecha, su mano dominante, lo cual ha mermado sobremanera su rendimiento. La lesión se produjo en noviembre, pero el jugador no quiso perderse toda la temporada y decidió jugar pese a ello. Según declaraciones previas a su elección, tras terminar la temporada se operó con éxito, y se encuentra en plena recuperación a día de hoy.

Deportivamente tiene el tamaño perfecto para jugar en esta posición en la NBA. Lo primero que llama la atención de él es su físico, siendo un jugador más fuerte de lo habitual en un escolta y bastante rápido pero con un cambio de ritmo espectacular que le permite llegar al aro cada vez que le apetece y atacar a sus defensores desde casi cualquier ángulo. Es un anotador natural, que puede ser una amenaza a los tres niveles en lo que mejore un poco su tiro en suspensión y que a día de hoy ya es tremendamente peligroso en transición y atacando la canasta. Romeo juega con un centro de gravedad muy bajo, lo que le permite ganar a sus rivales en salida y en las entradas a canasta. Seguramente estemos hablando del exterior que mejor finaliza de esta camada, con pasos muy largos que cubren mucho terreno, gran extensión y un toque natural cerca del aro. Su tiro no ha sido consistente, y aunque su mecánica es mejorable, debería ganar enteros cuando recupere la salud. A otros niveles, y como ya dijimos, su mayor virtud es la creación de tiro en aclarados, generando mucho peligro desde posición de triple amenaza.

Al igual que sus virtudes, sus principales problemas son muy evidentes. Langford tiene que mejorar básicamente todo en el costado defensivo, desde los fundamentos hasta la intensidad, si no quiere ser una constante fuente de problemas para su equipo. Su manejo también necesita muchas horas de gimnasio porque, aunque no sea habitual verle perder balones, sí que se le ve sufrir para mantenerlo controlado en todo momento (problema que también podría deberse a su lesión). Tiene potencial defensivo, sobre todo en el 1 contra 1. Cuando está completamente concentrado es un jugador difícil de superar, pero lo cierto es que no es algo habitual. En ataque su principal problema, aparte del tiro, es su inteligencia en las lecturas y la toma de decisiones. Langford no destaca por ser capaz de nada más que mirar al aro, sus compañeros saben que si coge el balón no la va a pasar, no sabe leer las ventajas que genera y «mata» bastante el ritmo de los ataques. Además, su producción sin balón es nula. Nunca está preparado para tirar desde parado, y no parece que esté muy interesado en la jugada cuando el balón no está en sus manos.

Romeo Langford es talento puro en una posición en la que podía no haber llegado nada. Mis mayores dudas con él pasan por su adaptación a un rol más limitado, ya que no lo veo encajando fácilmente en el tipo de baloncesto que suele ejecutar Brad Stevens con los Celtics. Sin contar esto, su techo es enorme y tiene mucho trabajo por delante. Por último, nos gusta mucho lo que dices sobre su personalidad que estuviera dispuesto a sacrificar su salud por ayudar a su equipo.

 

Grant Williams

 

 

Ala pívot

Tennessee

20 años

2.01 mts de altura, 107 kilos y 2.10 mts de envergadura

18.8 puntos, 7.5 rebotes, 3.2 asistencias, 58.2% EFG, 1 robo, 1.5 tapones, 32.6 % T3 y 82% TL

 

Sabíamos que Danny Ainge llevaba años buscando al nuevo Draymond Green. Ha seleccionado jugadores con características similares (hola Yabu) en busca de dicho perfil único. Si miramos esta camada hay uno que encaja casi perfecto en ese aspecto: Grant Williams. Y con el pick #22 de los Celtics terminó siendo el elegido.

El chico de la universidad de Tennessee es un prospecto por lo demás interesante. Tiene un abanico de habilidades que encajan a la perfección en el sistema de juego de Brad Stevens y, tras ser seleccionado, sus declaraciones fueron todo elogios a la franquicia y al equipo, mostrando un deseo enorme de poder participar y ser parte de los Boston Celtics.

Lo primero que salta a la vista al ver a Grant es que no es un interior grande, es un tweener de los de antes y ahí radica su mayor duda a nivel de adaptación de juego a la NBA y la razón principal por la que su stock en el los mocks varíe tanto. ¿Será capaz de contener a perimetrales tan explosivos en la NBA?, ¿será capaz de defender a interiores más grandes y atléticos?

Por lo demás, hay pocas dudas en su rol: inteligente en defensa, no tiene miedo y le gusta poner su físico para recuperar pelotas, se tira de cabeza a todas las que andan dando vueltas, gran bloqueador, mejor pasador, su ética de trabajo es una garantía y se adapta a cualquier esquema defensivo.

Si hay un punto a marcar por encima de otro es su capacidad de pase: Tennessee corre su ofensiva desde el poste alto con él al mando, al mejor estilo Al Horford. Si recibe de frente suele encontrar al hombre abierto, es bueno además asistiendo tras el roll y está mejorando su tiro poco a poco.

No es un gran lanzador de tres (31%), aunque viene mejorando paulatinamente todos los años. Una de las cuestiones que han marcado los scouters es que ha evolucionado su condición física año a año, lo mismo que su juego. Es un trabajador de esos que tanto gustan en Massachusetts.

No tiene un primer paso explosivo y su manejo de pelota es limitado, lo que lo vuelve un jugador de rol en potencia, pero si sigue bajando de peso puede mejorar en estos apartados.

En un sistema indicado puede llegar a brillar: la defensa y la inteligencia están ahí, así com la actitud. Es de esos jugadores que suben mucho en los Draft tras hacer workouts con las franquicias por lo que comentábamos anteriormente.

Se mueve muy bien lateralmente para las dimensiones de su cuerpo, siempre está en el lugar indicado en la rotación defensiva y además es un excelente reboteador que hace el box-out de manera correcta, volviéndolo mucho más valioso para un equipo como los Celtics.

Su 81% de la línea y la evolución que ha marcado su carrera universitaria muestra que va a ser un eficiente tirador, el principal inconveniente es que él mismo no parece verse como un arma en ese sentido, por lo que habrá que trabajarlo mucho en ese aspecto, por lo demás tiene mucho potencial.

Con aires de glue guy, y un estilo de juego de esos que hacen que el TD Garden te adore desde el minuto 1, Williams llega a los Celtics con un papel muy claro, unas habilidades que encajan perfectamente y el potencial de ser un jugador extremadamente importante para el equipo. Buen pick de Ainge.

 

Carsen Edwards

 

 

Base

Purdue

21.2 años

1.83 m de altura, 90 k de peso y 1.98 m de envergadura

24 puntos, 3.6 rebotes, 2.9 asistencias, 49% EFG, 1.3 rob, 35.5 % T3 y 83.7% TL

 

Con la primera elección de segunda ronda Danny Ainge no sorprendió en exceso y eligió a uno de los jugadores más destacados del último Madness: el francotirador de rango ilimitado, Carsen Edwards.

Como podéis adivinar tras la primera línea, Edwards es un base anotador. Su lanzamiento es muy bueno, con mucho rango, puede lanzar tras bote y también sabe moverse sin balón para lanzar tras recibir. Su trabajo en ataque ha sido anotar, anotar y anotar, generando remontadas y puntos muchas veces de la nada. Aunque su altura no es de ayuda, es fuerte, pero su falta de explosividad le limita en acciones cerca del aro, donde sus números no son muy buenos. A nivel organizativo podríamos decir que su papel no era ese en Purdue, pero tampoco ha demostrado ningún tipo de mejora ni de capacidad interesante en este apartado.

Defensivamente poco tenemos que decir. Los aficionados de los Celtics que han disfrutado de Isaiah Thomas saben lo que toca en defensa con un base tan pequeño. Los rivales van a buscarle una y otra vez y debería aportar mucho en ataque para compensar lo que va a restar seguro en defensa.

Elección interesante como base anotador desde el banquillo. El tiro es algo que nunca sobra en la NBA, y Edwards no hace otra cosa que tirar.

 

Tremont Waters

 

 

Base

LSU

21.4 años

1.79 m de altura, 78 k de peso y 1.88 m de envergadura

15 puntos, 2.8 rebotes, 5.8 asistencias, 50% EFG, 3 rob, 32.7 % T3 y 81.3% TL

 

Por último, en la posición #51 de los Celtics, Ainge se decidió por otro base, también con buen tiro, pero con más dotes organizativas.

Waters es un base muy pequeño, que maneja muy bien los tiempos, juega bien el pick and roll. Además, aunque sus porcentajes no son buenos, tiene buena mano desde el triple, y juega duro en defensa. Al igual que Edwards, ya sabemos qué pasa con los bases tan pequeños en la NBA, así que no creemos que tenga mucha futuro en la plantilla. Carne de Maine.