Cuatro derrotas seguidas, back to back en los Ángeles, y Marcus Smart y Al Horford eran baja por lesión. La cosa no pintaba bien.

Tras un golpe en la cabeza en el final del partido contra los Lakers, el dominicano no se vistió de corto por precaución, mientras que Marcus Smart sufrió un corte en la mano en un incidente no explicado en el hotel la noche antes. Con todo esto unido a la urgencia de cortar tal mala racha, los Boston Celtics se enfrentaban a los Ángeles Clippers en un partido que se terminarían llevando los visitantes con un resultado de 113-102.


El encuentro comenzó con unos Celtics de nuevo erráticos, con varios jugadores frustrados ante la baja efectividad. Defensivamente se hizo un papel decente en los primeros minutos del encuentro, pese a la desventaja resultante de decidir emparejar a Morris con DeAndre Jordan.

El equipo supo superar los baches iniciales para mantener una ventaja mínima durante la mayoría del partido. Jayson Tatum encontró de nuevo la canasta, Kyrie Irving volvió a mostrar su buen estado de forma, añadiendo un buen abanico de espectaculares pases a su ya abundante cajón de recursos.

El banquillo, por fin, consiguió mantener el ritmo anotador de los titulares con buenas actuaciones de Theis, Ojeleye, Larkin y Rozier.

En lineas generales fue un partido dentro de lo que se podría esperar, sin sorpresas. Los Clippers jugaron a colapsar la zona, mientras que los de Boston intentaban sacar ventaja de su mayor talento perimetral.

Tras varios amagos de acercarse en el marcador, y un par de Hacks a Jordan, los de Stevens consiguieron despegarse al final del tercer cuarto, entrando al periodo final con una ventaja cómoda que supieron gestionar correctamente.

Kyrie Irving con 20 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias y Jayson Tatum con 18 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias fueron lo mejor de los Celtics.

 

Por parte de los Clippers, cabe destacar la buena actuación de Tyrone Wallace, con 13 puntos, y buenos minutos de Harrell y Dekker desde el banquillo.

Los Celtics vuelven a la acción el sábado, día en el que viajan a la Bahía para enfrentarse a los Golden State Warriors.